domingo, 27 de julio de 2014

Por qué le dicen amor cuando es química? by mala vida

El amor es química? Según un gran estudio de América Valenzuela, en un magnífico reportaje, es así.

Cuando utilizamos la expresión tras un encuentro entre 2 personas, "ha habido química", en realidad no estamos diciendo algo incorrecto ni una metáfora, sino pura ciencia. En realidad, ha habido química, literalmente, en ese encuentro. Todo es química, todo está hecho de moléculas, y todo lo que liberamos nos hace tener unos ciertos comportamientos.

Por ejemplo, en un encuentro casual entre dos personas en poco tiempo aparecen unos comportamientos que excitan a ambos, que se sienten atraídos por cosas del otro. En el cortejo las personas se ven, se repasan el cuerpo, desean el cuerpo del otro, analizan los gestos. Claro está que todo esto depende también de la época o de otros sucesos como la ovulación de la mujer (donde ésta cambia comportamientos que no son habituales, como por ejemplo sentirse atraída por hombres más masculinos, con los rasgos más marcados, por los olores fuertes. Además, desprende un tipo de olor que a los hombres les parece más atractiva, deseable). Pero a veces, en estos encuentros aparece la unión entre dos gustos que son ocasionales pero que dependen de la biología.

La voz también juega un destacado papel y también transmite esa química. Hace intercambio de información (como la edad, el sexo, la inteligencia, si es dominante, ...). Durante la ovulación femenina la voz se torna más aguda y resulta más atractiva al hombre. La ovulación es un mecanismo muy instintivo, muy animal, que se puede inhibir mediante la educación, la inteligencia, para poder decidir si nos dejamos llevar o no.

Otras veces, a pesar de sentirnos atraídos y aunque exista mucha química con alguien, lo rechazamos al final porque nuestro cerebro nos lo dice así. Por ejmplo, el primer beso es determinante ya que si no gusta, la mayoría de las veces los posibles encuentros lo dejan ahí, es como un jarro de agua fría. Esto es así porque las expectativas y experiencias anteriores que teníamos no son satisfechas por el beso, la recompensa no es satisfactoria.
El beso es básico porque no sólo es eso, sino que se transmite una serie de información importantísima, se intercambia información química, el olor, el gusto, el tacto. Se percibe la conexión con una persona. El hombre, normalmente, inicia el beso con lengua y esto es porque deposita testosterona que tiene en la saliva en la mujer para aumentar la líbido de ésta para así excitarla y que tenga más tendencia a mantener relaciones sexuales. Como se puede ver, el beso con lengua también tiene una razón biológica. Es un intento animal para perpetuar la especie.

El amor romántico así mismo es también biológico, en su significado evolutivo. Como la especie humana necesita un tiempo, dedicación, recursos, para desarrollarse desde que nacemos hasta que podemos ser más o menos independientes, nace este tipo de amor. Un vínculo de unión y cooperación entre dos personas para perpetuar la especie. La mujer buscaría hombres con buenos genes, con buenos recursos, y los hombres buscarían asegurarse descendencia con una "buena" mujer.

Otra consideración es el llamado "gen de la infidelidad". No se sabe a ciencia cierta si existe, parece que los expertos lo utilizaron para llamar la atención de los medios de comunicación sobre su estudio, pero el hombre lo usa como excusa. Lo cierto es que las personas infieles tienen los lazos de unión más débiles, pero el gen no los lleva a ser infieles. Todo ser humano tiene tres esferas de actuación: la biológica, la psicológica y la social. Los humanos tenemos la inteligencia para no dejarnos llevar por instintos, así que esta excusa del gen de la infidelidad es barata. Quien no quiere ser infiel no lo es.
Eso sí, tanto el hombre como la mujer pueden ser infieles al mismo nivel, no es un gen del hombre.
Al final prevalece la cultura, el contexto social de cada persona, nuestra forma de ser, y no el instinto animal aunque también en ocasiones debemos dejarnos llevar, sin complejos, sin tabúes.

En la ciencia del amor se habla de dopamina, que determina muchos comportamientos y objetivos. Esta sustancia química se libera en gran cantidad en la fase del amor romántico y está relacionada con la motivación para conseguir un objetivo concreto. Utiliza el mismo circuito cerebral que pone en marcha una adicción, ya que en el amor romántico te obsesionas con una persona, con sus recuerdos, etc..
Es la encargada del sistema de recompensa, que hace que tendamos a repetir los comportamientos que maximizan la recompensa.

Cuando consigues el objetivo liberas serotonina, es más, se produce una "cascada" de hormonas o sustancias químicas que nos produce bienestar, gozo. La serotonina está relacionada con nuestro estado de ánimo. Es la encargada de regular el apetito mediante la saciedad. A mayor nivel de serotonina en el cerebro mayor apetito sexual y mayor bienestar, sobre todo en verano y primavera ya que le influye directamente la luz solar. Es considerada como la hormona del placer: tras el orgasmo aumenta el nivel de serotonina en el cerebro provocando un estado de placer y bienestar.

En las relaciones sexuales se libera oxitocina, con las caricias, besos, cariño, ... es decir, donde hay un vínculo de unión con una persona en concreto. Esta sustancia hace que una relación se perpetúe en el tiempo. Es la llamada "molécula del amor". La dopamina también contribuye al mantenimiento de una relación. Claro que para ello debemos tener una mezcla óptima de cada sustancia, oxitocina (caricias, mimos, etc.) y dopamina (mantener relaciones sexuales, pasión, etc.).
Además, debemos mantener viva la relación  abandonando la rutina, como por ejemplo buscar sitios nuevos, experiencias nuevas, estímulos nuevos, ...
Por contra, la adrenalina inhibe la oxitocina cuando hay peligro, tenemos frío, miedo, ...

El amor y la pasión sexual están en la misma región cerebral. La estimulación sexual viene del deseo, y éste está en el cerebro. Todo lo que consideramos excitante conduce al deseo, y éste a la excitación química. Por tanto, debemos mantener el cerebro "vivo" y tener ganas de disfrutar del sexo.
En las relaciones sexuales el primero que reacciona es el cerebro, que después envía los estímulos a las diferentes partes del cuerpo.

El orgasmo desde el punto de vista químico está más que estudiado: la oxitocina desinhibe las neuronas de la parte baja de la médula espinal que activa los genitales, esto produce las contracciones del orgasmo (la oxitocina produce contracciones uterinas que ayuda a llevar el esperma al óvulo y en hombre provoca contracciones en la próstata y en las vesículas seminales), después estos órganos emiten señales al cerebro para que libere las endorfinas (son analgésicos) y serotonina para que sintamos bienestar, después del placer se produce un mecanismo de reabsorción de la serotonina, que estimula la liberación de hormonas relajantes (como la somatrofina, prolactina - freno sexual-) e inhiben la liberación de otras, ... . Es una auténtica tormenta de hormonas.

No existe una fórmula secreta del amor, una combinación de oxitocina y dopamina que podamos utilizar para enamorar a nuestro objetivo como pareja, aunque si estuviese en el mercado quien tuviese la patente sería multimillonario, jajajaja. Pero lo que está claro es que cuando decimos que hay química en una pareja, es totalmente cierto.

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